jueves, 11 de diciembre de 2014

De la exclusión a la escuela inclusiva

De la Exclusión a la Escuela Inclusiva

De la Exclusión a la Escuela Inclusiva
En este artículo sobre la educación inclusiva, su escritor hace un poco de historia, destacando el proceso que se ha seguido para que estas personas reciban mejores atenciones.
Los principios antropológicos del aprendizaje establecen que el ser humano no nace, se hace. Se forma en el seno de una cultura que permea su forma de ser y de actuar, modificando conductas y estableciendo estándares. Es aquí donde la educación juega un papel preponderante en la creación de espacios, ambientes y procesos que unifiquen y fomenten la diversidad, tratando de dar respuesta a las necesidades educativas de todas las personas sin detenerse en las características personales o culturales de los sujetos.
Durante la sociedad clásica y el medioevo se mantuvo una actitud drástica y marcada frente a la discapacidad, la cual llegó inclusive a justificar el asesinato considerando delincuentes a quienes presentaban cualquier tipo de discapacidad. Ya en el Renacimiento se inician trabajos con personas sordas, considerándolos seres educables.
Todo este devenir dio como resultado el surgimiento de las escuelas especiales, hablándose luego de integración; por considerar que este tipo de escuela, aunque presta atención al discapacitado, lo segrega y lo priva del derecho de convivir con los demás. De ahí que en 1948 surge la “Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como una variedad de conferencias y seminarios que de manera aleatoria envían mensajes a las comunidades del mundo acerca de la educación inclusiva.
Si nos detenemos a pensar en el significado real de este tipo de educación, la inclusiva, se hace necesario un espacio que responda a estos requerimientos, con la calidad e infraestructura adecuada. Es entonces donde aparece y toma sentido la “Escuela Inclusiva”. Una escuela abierta para todos/as; que acoge todas las variables humanas, atendiendo la diversidad sin dejar de atender sus necesidades especificas de la población que la componen.
La escuela inclusiva provee a sus docentes y personal de apoyo de las herramientas necesarias para guiar a los/as estudiantes en el proceso de enseñanza y aprendizaje, abordando de igual forma los casos con necesidades educativas especiales, teniendo como norte la atención a la diversidad. Posee un cuerpo docente sensible y capacitado.
Esta escuela propone e integra a la comunidad a los trabajos y actividades que realiza, comprometiéndola y apoyándola.
El hecho trasciende cuando entendemos que el llamado no tiene como propósito alcanzar una escuela específica. Es un llamado común; una voz que clama en el desierto buscando hacer eco en todas las escuelas del sistema.

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